Nombrar. “El nombre es la designación o denominación
verbal que se le da a una persona, animal, cosa o concepto tangible o
intangible, concreto o abstracto, para distinguirlos de otros.”
El distinguirse
entre unos y otros. El asignar un nombre convierte a una cosa común en propia. Le
proporciona una personalidad, una potencialidad.
En un
proyecto de arquitectura, el definir el proyecto con un nombre, cuesta mucho.
Muchísimo. Querer abarcar tantas cosas y definirlas simplemente con una. Por lo
tanto ese nombre tiene que ser fuerte, potente. Que permita resumir toda la
fortaleza del proyecto en una palabra o una frase.
Analizando,
observando las fortalezas del proyecto, podríamos considerar que las palabras
que mejor lo definen son “patinar, no límites, transparencia, integración” pero
son palabras muy planas, no dicen nada aparentemente.
El simple
hecho de patinar, consiste en deslizarse por una superficie. En una serie de
movimientos que crean una acción. La intención del proyecto es que mediante la
transparencia se cree una confusión de los límites, el que no existan unos
límites visuales claros, y de esta manera permita una integración entre el
espacio privado, que es la casa en sí, con el espacio público, que es realmente
donde María Langarita quiere estar.
Una de las
opciones para nombrar el proyecto sería, unificando esta serie de términos
comunes creando uno propio. “Una casa en la que se permite ver”. También jugando
con estas palabras en otros idiomas y ver que podemos obtener “A house without
delimiting, skate house”, o Incluso viendo cuál es la etimología de cada uno de
ellos y crear así un nombre potente y rompedor (eidos=apariencia, imagen).
Es una casa
en la que no se hacen todas las actividades cotidianas que conocemos o incluso
vivimos día a día. No se duerme, no se come. Es una casa para el ocio. Para
desestresarte y aislarte, de cierta manera, sin perder la necesidad de sentirse
libre, en medio de la calle. El nombre
debe reflejar la condición de “no limits” de estar en un espacio y en otro. Reflejar
los verbos de no limitar, transparentar, integrar y deslizarse. “Una casa para
deslizarse en el espacio público sin estar”, “una casa integrada”, “una casa
integrada y que te permite ver”.
Me parece
muy interesante el querer que trabajar con el tema de los límites, el no
trabajar con muros gruesos y opacos. El decir “aquí acaba tu casa” ¿por qué? Tu
casa no tiene por qué terminar donde esté la pared. En verdad está todo
relacionado, los límites es algo que va unido a los espacios públicos y
privados. Pero ante todo me gusta trabajar con algo que sea funcional, con
arquitectura que la gente necesita, no simplemente para mirar.
Finalmente,
si realmente tenemos que designar al proyecto con un nombre, lo designaré como “Una
casa propia para patinar, incorporada en un ambiente común”.
Ana M. Conejero