No considero que seamos
innovadores, ni originales, simplemente buscamos asentarnos en la sociedad,
buscamos una supervivencia. Si es cierto que esto conlleva una innovación, pero
por necesidad, no por gusto. No somos innovadores, nos vamos adaptando a los
tiempos que corren.
Ya sea cualquiera de las posibles
soluciones que nos ofrecen estos tres personajes Juan, Paquita y Agustín, todas
ellas buscan el mismo objetivo. Sobrevivir. Poder llevar una buena vida. Si es
cierto que son situaciones totalmente distintas, Juan es más conservador, lucha
por conseguir el trabajo de sus sueños aunque no lo consiga, Paquita busca
soluciones alternativas vía online y Agustín intenta potenciar una solución
alternativa en el que mantiene un intercambio con otros servidores. Considero
que algunas de las soluciones que alguno de estos personaje conlleva no son del
todo fiables, porque algunas como Paquita, son simples anexos, simples parches
que te ayudan a conseguir un poco de soltura en tu economía. Agustín sin
embargo, fue más “avispado” vio una oportunidad mejor, una mejor visión de
futuro pero jugando con una potencialidad que es el intercambio de información
y ayuda entre las personas.
La economía es como una montaña
rusa, en la que ahora mismo estamos en lo más bajo. ¿Qué hacer para mejorar la
situación? Hay que mover el dinero. Este es el momento en el que la gente tiene
que invertir y arriesgar y hacer que el dinero circule. El problema es que en
épocas de crisis la gente no arriesga ¿por qué? Por miedo. Pero de esta manera
conseguiríamos una pequeña evolución. Todo
es el intercambio entre las personas. Un dar y recibir. Así es a lo que
llegaríamos a un bien común.
Como arquitectos debemos
empatizar con los clientes, saber lo que quieren y lo que necesitan. Tener un
portfolio flexible para las diferentes situaciones y problemas que nos puedan
surgir. Uno de los puntos más importante que deberían tener es la optimización,
para mí personalmente un tema muy importante ya que me he criado con una
mentalidad muy clara con el pensamiento de que el dinero no crece en los
árboles. De que todo cuesta y no regalan nada.
Me frustra pensar que la
innovación haya surgido como necesidad, no como pasión unida a nuestra profesión,
ya que es algo que nos caracteriza, la capacidad de imaginar cosas que no
existen. Somos capaces de hacer de nuestra imaginación una realidad. Si es
cierto que las máquinas cada vez se hacen dueñas de nuestro mundo, pero hay
algo que no van a poder hacer nunca y es crear. Tener creatividad. Debemos
seguir aprendiendo y aprovechando las oportunidades que nos brindan porque
aunque haya que pensar en un futuro, también hay que vivir el presente.
Ana M. Conejero
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