lunes, 12 de mayo de 2014

ARTÍCULO. Skate or die.


ABSTRACT

Una nueva manera de moverse por la ciudad. Cómo ya sabemos, la ciudad está en continuo movimiento, y con ella nosotros. Estoy investigando en una nueva forma de habitar basada en el movimiento, en cómo pueden convivir dos espacios, habitar y movimiento.

La investigación se centra en cómo un espacio para patinar es eficiente para una persona en concreto, no es un espacio adaptado, ya que algo que caracteriza al patinaje urbano es que tú te adaptas a la arquitectura, no ella a ti.

Dependiendo de diferentes hipótesis sobre este sujeto, cómo debería ser su hogar o no. Dependiendo de cómo es una persona, cómo sería su espacio ideal. Cabe recordar que es una investigación, una forma de acercarnos a situaciones reales pero que no lo son.

Actualmente, hay algunos lugares, decidido principalmente por el Ayuntamiento, que prohíbe practicar una serie de deportes en el espacio público. Esta investigación ha permitido crear un espacio que permita dentro de las leyes de la ciudad de Madrid, obtener un espacio privado para practicar este tipo de deporte.

Otra problemática, es el no caer en una situación contradictoria. El crear un espacio cerrado, rompe con el ideal de ser libre mientras te desplazas por la ciudad.

Esta investigación se ha forjado a base de interactuar con gente que trabaja o simplemente disfruta con este tipo de deporte. Haciendo preguntas y buscando información en miles de páginas de internet. Además se ha estudiado desde el principio, del movimiento que realiza una persona, viendo que espacio es el adecuado y el que realmente necesita. Además se han realizado dibujos que expresan como se relaciona con el contexto, y como perder la sensación de estar en una jaula. Patrones del espacio y de cómo se podría construir. Se ha trabajado con la materialidad, experimentando con la transparencia, el sonido y la sensación que produce.


Este trabajo va dirigido a aquellas personas que les gusta patinar, ya sea como aficionado o que realmente se dedica a ello. Son resultados que nos demuestran cómo el habitar y el movimiento puede ser compatible en un mismo espacio. A pesar de ello, las conclusiones que obtenemos es que la gente prefiere patinar en la calle, porque ésta le permite hacer/sentir cosas que un espacio cerrado no. 

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Los patinadores callejeros se enfrentan a una controversia a la hora de realizar este deporte, ellos quieren patinar por la ciudad, pero está prohibido. La sociedad ha consentido que esta gente se convierta al final en ninjas urbanos[1], tienen que esconderse de la autoridad, debido a que no les permiten patinar en el espacio público por miedo a alguna agresión al resto de peatones o porque consideran que pueden destrozar el mobiliario urbano. El espacio público es el ideal para patinar, ya que una de las características fundamentales de este deporte es adaparte a la arquitectura, no que la arquitectura se adapte a ti.

Mediante esta investigación pretendo encontrar una alternativa a la problemática actual, el poder crear un espacio para ellos, sin perder la esencia de patinar de forma libre por la ciudad. Mediante una serie de entrevistas, pruebas gráficas y una búsqueda intensiva de información intentaremos dar cuerpo a esta investigación.

Mi interés personal hacia este tema empieza en el debate de dónde exactamente está permitido patinar. Como patinadora amateur me llama la atención el por qué correr sí está permitido por toda la ciudad, pero patinar no. Si es cierto que los patinadores no solo pasean, realizan trucos creando así un deporte más agresivo, pero ni siquiera el pasear con patines está permitido.

Muchos estaréis pensando en un skatepark (skate-park o skate park) como una solución al problema, pero no sería del todo válido. Sí, un skatepark es un espacio usado para la práctica de este tipo de deportes, el inconveniente es que se ha creado como unas reglas, un protocolo dentro de este mundo. Un skatepark es para realizar skateboarding, si se realizan otros deportes nace la sensación de que están invadiendo un espacio que no es suyo, esto conlleva que los skaters tengan que buscar otro sitio cuando realmente su lugar es el skatepark.

La sociedad ha empaquetado a todos estos deportes como uno solo y no es así. Llegamos a un punto en el que hablamos de prostitución[2]. El tema de prostitución en un contexto deportivo se refiere a personas que no atienden a otro valor que no sea el dinero. Hasta grandes eventos (tales como los Extreme Barcelona) empaquetan estos deportes, dejando entrever que no les importa las categorías que hay dentro de este mundo, que lo que importa es el dinero, sacar beneficios.  Skateboarding, patinaje agresivo, roller, snakeboard, BMX y scooter freestyle son deportes diferentes y por lo tanto necesitan espacios diferentes.

Siguiendo con la investigación, quería dar una respuesta real a dónde realmente se puede patinar, por ello acudimos a la normativa vigente de la ciudad y del patinador. “Tú eres libre de gritar fuerte, siempre que eso no quite a otro la libertad de disfrutar del silencio”, realmente no podemos actuar sin pensar en los demás o en las consecuencias que esta acción provocan. Debemos ver nuestros límites.


[1]. Ninjas urbanos.
[2]. Prostitución. Términos utilizados por Miguel Urbina, skater profesional y creador de la web Un patín en común, en uno de sus artículos de Un patín en Común.

Existen unas leyes que limitan el espacio público para patinar. Las leyes de la ciudad, y en este caso la ciudad de Madrid, prohíbe realizar este tipo de deportes en lugares públicos que afecte de forma agresiva a los peatones. Cabe mencionar que no hay demasiada información legal acerca de los patinadores, ¿la razón? La ley establece que los patinadores son personas sobre patines, una subcategoría de los peatones, y por lo tanto se le aplica la normal del peatón.

En caso de infracción solo habría una sanción económica. En el artículo 159 dice, que no pueden ir por la calzada, solo por la acera y a velocidad de persona. Una persona caminando, tiene una velocidad media de 3 – 4.5km/h y corriendo, unos 10km/h. En el artículo 118, habla de la utilización del caso y del chaleco reflectante, dice que no es obligado, pero sí que se recomienda. Sin embargo, este artículo añade, que sí que está obligado el uso del chaleco en calzadas o arcenes (vías interurbanas) pero, ¿no decía que estaba prohibido circular por la calzada? En el 27/2005 se cuestiona el hecho de si cometes una infracción vial, si a parte de sanción económica también te retiran puntos del carnet. Bien, no. No te retiran puntos del carnet. Esta ley solo afecta a los vehículos a motor y a ciclistas. Sin embargo, si un policía te toma los datos por alguna infracción y te dice que te retirarán puntos del carnet, hay que dejarlo que lo haga. Una vez que la multa llegue a tu domicilio, deberás ir a una comisaría y explicar que la ley del carnet por puntos a ti no te afecta como patinador, y ya lo arreglan. Son incongruencias, pero ciertas.

Esto son leyes establecidas en todo el país, por otro lado, algunos Ayuntamientos han establecido otras normas además de las generales, estas son la ordenanza de circulación de peatones y vehículos y la ordenanza de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público, también conocida como ordenanza de civismo.

La primera dice, que se puede circular con toda seguridad por todos los carriles bicis y en caso de que no haya un carril bici disponible; aceras que tengan más de 5m de ancho y con un mínimo de 3m de espacio libre. Parques públicos y zonas peatones y por último, zonas de prioridad invertidas en ambos sentidos de la circulación. Pero hay unas condiciones; los peatones siempre tienen prioridad de paso, la velocidad máxima será de 10km/h, no se podrán realizar maniobras que afecten a la seguridad de peatones y siempre a hay que dejar 1m de seguridad con las fachadas de las casas y solo si no hay aglomeraciones de gente. Por aglomeración se entiende, cuando no se puede conservar una distancia de 1m y cuando no sea posible patinar en línea recta de forma continua durante 5m.

La norma de ordenanza de circulación de peatones y vehículos nos decía dónde y cómo podías patinar, la de civismo, sin embargo nos dice cómo comportarnos. No se puede practicar slalom en los lugares donde se pueda molestar. Slalom es la habilidad de patinar que incluya escaleras y bancos, en definitiva, cualquier tipo de mobiliario urbano.



Esta información reduce los lugares donde practicar este deporte, pero al menos nos aclara dónde podemos hacerlo. Ante estos datos, decidimos centrarnos en un espacio privado. Crear un espacio privado en el que tú como propietario decides qué actividades hacer. Buscamos una alternativa en un espacio privado, ya que sabemos por dónde circular por la ciudad. La ciudad como escenario reduce las posibilidades de patinar, pero ya están establecidos los lugares por donde puedes ir, pero aun así debes convivir con gente que realiza otras actividades, por ello seguimos buscando un espacio único para patinadores callejeros.

Existen asociaciones, como A.D.P.U. (Asociación defensora del patinaje urbano) que intentan luchar para que se cumplan las leyes o para modificar las vigentes.

Creándonos una ficción sobre María Langarita (Arquitecta y antigua profesora de proyectos en la Universidad de Alicante) daremos consistencia a alguna de las hipótesis para poder realizar la investigación, para que sea un lugar único para una persona en concreto.

“María Langarita es una arquitecta que vive y trabaja en la ciudad de Madrid, y una de sus aficiones es el patinaje callejero. Una forma de despejarse y desconectar de los problemas del día a día.”

Ajustándonos a las necesidades de nuestro cliente, buscamos una parcela lo suficientemente cerca y bien comunicada de uno de sus lugares de trabajo para poder crear ese espacio privado y único para una persona en concreto.


Posee diferentes alternativas para poder llegar a su segunda casa. Tanto en coche, en bici o incluso patinando, ya que hay una red ciclable lo bastante extensa.

Mediante las distintas entrevistas realizadas a gente que pertenece a este entorno profesional, skaters amateurs (Jaime y Benja, compañeros skaters), skaters profesionales (Javier Sarmiento), empresas que se dedican al mundo del patinaje (El patín de Oro)… Vemos que hay puntos en común, condiciones que tienen que estar sí o sí en el mundo del patinaje. Espacios amplios, que te permitan realizar maniobras, por lo tanto tiene que ser un espacio compacto pero que tenga el suficiente espacio para que te permita recórrelo todo. El tema de diversidad de obstáculos, que hay variedad, que te permita jugar con el espacio. La compañía, practicar este deporte con gente lo hace mucho más ameno, se ayudan entre ellos y se esfuerzan por superarse a unos mismos. Algo muy determinante fue el tema de la edad, dependiendo de la edad las instalaciones más deseadas cambian: “Mientras para los más pequeños el espacio ideal sería, un espacio amplio, plano, y sin obstáculos donde poder desarrollar cualquier tipo de juego u actividad con los patines, a un adolescente le atraen más instalaciones específicas, como pueden ser rampas, pistas de hockey, patinaje artístico o Velocidad; y a un adulto le atraerán por lo general más espacios abiertos por los que poderse desplazar, cómo paseos marítimos o carriles bici-patín” (El patín de Oro).

Administrando todos los datos obtenidos, los traducimos a un posible espacio para patinar. Con unas condiciones establecidas como son los espacios amplios, rodeado de espacios verdes que permitan la sensación de amplitud, que los edificios colindantes no sean demasiado altos para que no de la sensación de jaula, un material que te permita, aun creando un espacio privado, sentir que estas en un espacio público, ya que uno de los objetivos del patinaje es patinar por la ciudad.

Esta vivienda es un lugar para patinar, ni se duerme ni se come. Tiene una gran sala para poder patinar, de vidrio para así poder romper con los límites visuales y un pequeño vestuario.


El espacio ocupado por un patinador no es el mismo que ocupa un peatón, para realmente conseguir un espacio ideal para una persona en concreto hemos estudiado como son esos movimientos realizados y vemos así que espacio necesita.


Las dimensiones de la pista de patinaje las hemos tomado como referencia de una real (95.7 x 36.9), pero la hemos adaptado teniendo en cuenta que es para una persona principalmente, obtenemos unas dimensiones proporcionadas de 54 x 21m. Teniendo en cuenta el espacio ocupado por un patinador y suponiendo los movimientos que puede realizar esta podría ser un ejemplo de la forma de la vivienda.


Intentando adaptar los datos obtenidos, creamos un espacio interior con un conjunto de rampas, aunque el tópico sea que el lugar ideal para las personas adultas sean las superficies lisas para pasear, los paseos por ejemplo, si una persona en su juventud sabía realizar estos trucos, no porque cumplas años dejas de saber hacerlos. Si es cierto que no los realizaras con la misma fluidez, pero no hace que te olvides de ellos.

Estas estructuras llevan a su vez una normativa que te condiciona su forma. Poseen unos radios y unas dimensiones que las hacen idóneas para que no sufras ningún accidente mientras realizas los trucos. Si es cierto que puedes sufrir golpes, pero no es debido a la forma de estas, si no a la dificultad de las maniobras que realizas.



Un punto muy importante en esta investigación es el crear un espacio privado pero que tenga la condición o la sensación de que siga siendo público. El querer que los límites visuales lleguen a mucho más y que no se queden comprendidos entre 4 muros. Buscando y pensando un material que me permita una transparencia para que se puedan mezclar visualmente estos dos espacios, pensé en el vidrio.

El utilizar como material principal el vidrio es un poco contradictorio con la sensación o el pensamiento que tenemos sobre el patinaje, ya que pensamos que el patinaje callejero es un deporte agresivo, pero no es así. Es ligero y es delicado. El patinaje consiste en desplazarte por un lugar, por eso mismo también elijo el vidrio. Porque visualmente proporciona una ligereza visual y una delicadeza estética.

Además proporciona algo muy interesante. Provocación. Si recordamos el principio del artículo, decíamos que los patinadores se habían convertido en ninjas urbanos, que tenían que huir, tenían que esconderse de las autoridades debido a las prohibiciones en el espacio público, mediante el vidrio provocamos. Los demás podrán ver como patinamos con total libertad, sin poder hacer nada a cambio ya que es un espacio privado y tú eres el propietario del lugar.

Por último, observar que el vidrio también debe cumplir una normativa. Debe cumplir unas condiciones térmicas, acústicas y de seguridad. Dentro de las de seguridad debe cumplir; seguridad de uso, seguridad ante agresiones, contra ataques de bala, contra explosiones y condiciones de fuego. Todas estas características varían dependiendo del tipo de vidrio que utilices, hemos elegido un Lite Floor + Security + Stadip principalmente, porque cumplen en principio todas estas condiciones. Y aunque también quiera añaidr la característica de que sea un vidrio serigrafiado, algunas normas tienen más prioridad que otras.

Pensamos en un vidrio serigrafiado para que proporcione un grado de intimidad, porque aunque queramos sentir que estamos en el espacio público, sigue siendo una casa. Una casa se caracteriza por ser un espacio propio en el que te sientes protegido. Un lugar en el que haces cosas sin importar lo que piensen los demás. Por eso mismo se necesita una pequeña intimidad, para que no pierda esa condición de casa.


Esta sería una posible solución de espacio privado para patinar de forma libre, sintiendo que aún estás en un espacio público.


Una casa para patinar la entendemos como un lugar en el que además de dormir, comer y ver la tele, puedes patinar. ¿Por qué no hemos hecho que convivan el habitar con el patinar? Porque el interés de la investigación es la creación de un espacio donde poder patinar, como si lo hicieras en la calle. Un espacio para relajarse, para evadirse. Si juntamos ambos espacios, ambos mundos seguirían ligados. Es interesante ver como un lugar para realizar una sola actividad aparentemente puede considerarse hogar, pero un hogar no se define por si hay cama o no, si no por cómo te sientes cuando estás en él.

¿Cómo se vive pues? Así:




Después de realizar esta pequeña investigación llegamos a la conclusión de que la forma de la vivienda no es importante, nos da igual. Ya que lo realmente importante es la arquitectura que dispongas para realizar la actividad. Este proyecto ha sido una mera solución de cómo podría ser.

Y algo más importante, que a pesar de que se pueda disponer de un espacio privado para patinar, los patinadores prefieren el uso de la calle, porque la sensación que tienes en un espacio abierto no se puede alcanzar en un espacio privado y cerrado. Que la condición de huir, de esconderse de la autoridad ahora mismo está muy arraigada a la condición de patinador. Se ha convertido en una característica más y atrae. 

Ana M. Conejero

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