lunes, 5 de mayo de 2014

Borrador. 1.0

La evolución de la ciudad. Las grandes ciudades se desarrollan a un ritmo elevado, cada vez hay más gente circulando por las calles, visitando museos y acudiendo a bares. Esta cantidad extra de gente en un lugar desemboca en una problemática muy ligada a la movilidad. El tráfico abarca la ciudad, la invade, te impide respirar. No solo hablamos de los males que este tema provoca, si no de las alternativas que la gente ha buscado para evitarlos.

La evolución de las ciudades ha creado nuevas formas de moverse, cada vez más, hay más gente buscando transportes públicos u otras alternativas.

El patinaje urbano siempre ha estado presente, pero no se le ha dado la real importancia. Y este dato lo corroboramos con las leyes establecidas, como no se menciona a los patinadores prácticamente, en 3 o 4 artículos a lo sumo. Se habla de peatones, de ciclistas, de conductores, pero no de patinadores.   

Siempre ha habido gente que ama patinar, que hacen de la calle su hogar. No solo lo hacen para enfrentarse al tema del desplazamiento, por el hecho de ir de un lugar a otro, que también, si no por mera afición.  Es una manera de desconectar de la realidad, la gente adulta que lo practica, la mayoría se apoya además en la música, es una combinación muy frecuente en este tipo de actividades. Si es cierto que la edad influye en la forma de practicar este tipo de deporte, los más pequeños buscan espacios abiertos y seguros y por otro lado, los adolescentes buscan lugares con obstáculos para aprender, disfrutar y superarse a ellos mismos.

Dejando a un lado el tema de la edad, vemos que hay un punto en común a pesar de cómo se practique. Que cualquier tipo de movimiento crea un espacio distinto. Si volvemos a los anteriores ejemplos, los adolescentes juegan con la ciudad, con la calle, con los bordillos de las aceras. Son espacios con medidas necesarias para ellos, espacios amplios para poder moverse. Ellos se adaptan a la arquitectura. Del mismo modo, los más pequeños y las personas adultas buscan espacios con una serie de características para hacerlo. Los niños buscan espacios amplios, con suelos lo más lisos posibles y seguros, y los adultos paseos o lugares próximos a zonas marítimas.

Detrás de toda esta diversión hay una normativa que la envuelve, “tú eres libre de gritar fuerte, siempre que eso no quite a otro la libertad de disfrutar del silencio”, no solo podemos hacer lo que nos apetece, sin tener en cuenta nuestro entorno. Hay que ver dónde están los límites de las cosas, ver hasta dónde podemos llegar. Existen unas leyes que limitan el espacio público para patinar. Las layes de la ciudad, y en este caso de Madrid, prohíbe realizar este tipo de deporte en lugares que afecte de forma agresiva a los peatones. Como hemos mencionado antes, no hay demasiada información legal que afecte a los patinadores, la razón, la ley establece que los patinadores son personas sobre patines, por lo tanto se le aplica las leyes del peatón.

En caso de infracción solo habría una sanción económica. En el artículo 159 dice, que no pueden ir por la calzada, solo por la acera y a velocidad de persona. Una persona caminando, tiene una velocidad media de 3 – 4.5km/h y corriendo, unos 10km/h. En el artículo 118, habla de la utilización del caso y del chaleco reflectante, dice que no es obligado, pero sí que se recomienda. Sin embargo, este artículo añade, que sí que está obligado el uso del chaleco en calzadas o arcenes (vías interurbanas) pero, ¿no decía que estaba prohibido circular por la calzada? En el 27/2005 se cuestiona el hecho de si cometes una infracción vial, si a parte de sanción económica también te retiran puntos del carnet. Bien, no. No te retiran puntos del carnet. Esta ley solo afecta a los vehículos a motor y a ciclistas. Sin embargo, si un policía te toma los datos por alguna infracción y te dice que te retirarán puntos del carnet, hay que dejarlo que lo haga. Una vez que la multa llegue a tu domicilio, deberás ir a una comisaría y explicar que la ley del carnet por puntos a ti no te afecta como patinador, y ya lo arreglan. Son incongruencias, pero ciertas.

Esto son leyes establecidas en todo el país, por otro lado, algunos Ayuntamientos han establecido otras normas además de las generales, estas son la ordenanza de circulación de peatones y vehículos y la ordenanza de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público, también conocida como ordenanza de civismo.

La primera dice, que se puede circular con toda seguridad por todos los carriles bicis y en caso de que no haya un carril bici disponible; aceras que tengan más de 5m de ancho y con un mínimo de 3m de espacio libre. Parques públicos y zonas peatones y por último, zonas de prioridad invertidas en ambos sentidos de la circulación. Pero hay unas condiciones; los peatones siempre tienen prioridad de paso, la velocidad máxima será de 10km/h, no se podrán realizar maniobras que afecten a la seguridad de peatones y siempre a hay que dejar 1m de seguridad con las fachadas de las casas y solo si no hay aglomeraciones de gente. Por aglomeración se entiende, cuando no se puede conservar una distancia de 1m y cuando no sea posible patinar en línea recta de forma continua durante 5m.

La norma de ordenanza de circulación de peatones y vehículos nos decía dónde y cómo podías patinar, la de civismo, sin embargo nos dice cómo comportarnos. No se puede practicar slalom en los lugares donde se pueda molestar. Slalom es la habilidad de patinar que incluya escaleras y bancos, en definitiva, cualquier tipo de mobiliario urbano.


Existen asociaciones, como A.D.P.U.- (Asociación defensora del patinaje urbano) que han intentado luchar para que se cumplan las leyes o directamente se esfuerzan para poder cambiarlas.

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 Existen lugares destinados específicamente para patinar, los llamados skateparks, por ejemplo, en los que hay plataformas de arquitectura destinada especialmente para este deporte. Los hay públicos y privados. Este tipo de espacios se conoce como arquitectura recreativa. Existe también un vocabulario ligado a este mundo, vocabulario específico que da nombre a cada una de las estructuras que conforman el lugar, los más comunes son half-pipes, quarter pipes, barandillas, trick boxes, funboxes entre otros.

Todas ellas distintas entre sí, con unas dimensiones establecidas y unos radios específicos para que puedan ser válidas y seguras para que se pueda patinar.

Si es cierto que la gente patinaba antes de que estas plataformas existieran, pero igualmente se hacían en lugares de la ciudad, calles o aceras. Sin arquitectura no hay patinaje.

Tras mucho investigar y preguntar a gente que pertenece a este entorno profesional, y que quede a su vez en el marco de la legalidad, es crear un espacio interior, que cree una atmósfera privada para desconectar de la realidad, pero de forma sutil. Ya que uno de los objetivos principales de practicar este deporte es estar al aire libre, disfrutar del paisaje. Por lo tanto para cumplir ambas cosas, creamos un espacio, de forma variable pero con unas dimensiones considerables, que permita dar la sensación de estar en el espacio público pero sin llegar a estarlo.

Ajustándonos al contexto de Madrid, buscamos una parcela que permita la realización de este espacio. De grandes dimensiones y con un desplazamiento accesible desde uno de los puntos importantes para el cliente, como es su puesto de trabajo. Rodeada de grandes espacios verdes y de edificios de no mucha altura, ya que queremos una sensación de amplitud.

Esta vivienda es un lugar para patinar, ni se duerme ni se come. Tiene una gran sala para poder patinar, de vidrio para así poder romper con los límites visuales y un pequeño vestuario.

Se han supuesto diferentes hipótesis sobre el cliente para que la casa se pueda adaptar a ella. “Si fuera una casa para usarla de día, las paredes serían de vidrio, para aprovechar al máximo la luz solar. Sin embargo, si la usara de noche, debido a su trabajo que le abarca tanto tiempo, solo tendría tiempo para practicarlo por la noche, de esta manera no se usa un material transparente. […] Al estar cerca de su lugar de trabajo, influye el tema de la vestimenta, si no tiene tiempo para cambiarse y utiliza la de un día normal, la distribución del interior sería muy suave, sin obstáculos, solo una pista lisa donde poder desplazarse y pasear. Si por otro lado, puede cambiar su ropa, la distribución del espacio interior sería totalmente diferente, ya que la vestimenta apropiada le permite realizar otros muchos movimientos. […] Es un espacio invadido por música, está todo acondicionado para que dependiendo del estado de ánimo suena un tipo u otro de música por toda la sala […] Si no supiera frenar, las paredes deberían ser de un material blando, que no te hiciera daño para no sufrir un accidente […]”

Finalmente nos hemos decido por la utilización diario de la vivienda, para así aprovechar la luz del sol y por lo tanto que le permita disfrutar del paisaje, aunque el uso sería igualmente desconectar de la realidad, despejarse. La música estará presente en toda la sala, ya que es un término que va ligado a este deporte, el cliente podrá modificarla en todo momento. La sala será un espacio con una serie de estructuras, rampas, barandillas… para que realice trucos y movimientos, además de una sala libre, la cual le permite simplemente desplazarse de un lugar a otro. El espacio de la vivienda está comprendido dependiendo del espacio que ocupa, pero también teniendo en cuenta que un factor muy importante es la compañía. Como cualquier casa, es privada e invita a quien desee, pero no es una vivienda normal, el espacio ocupado por las personas es mayor, y lo hemos tenido en cuenta.

La elección de querer patinar solo en compañía depende del día, de tu estado de ánimo y hablando de forma coloquial, de cómo te levantes. Practicarlo de forma conjunta, la mayoría de los skaters piensas que es mejor, ya que aprenden los unos de los otros, se divierten y las horas pasan más rápido. Pero como el resto de las personas, hay días que los necesitan para uno mismo. Para desconectar totalmente y despejarte sin pensar en nadie más.

Una parte fundamental del proyecto era el romper con los límites visuales, el querer unir tanto el espacio público y el espacio privado, el estar en un sitio sintiendo que estas en otro, siendo a la vez un espacio privado, tuyo, en el que solo entra la gente que tú quieres. Por ello utilizamos el vidrio como material principal, como nexo de unión entre ambos espacios. El vidrio seligrafiado permite romper con los limites visuales, pero de forma parcial. También proporciona cierto nivel de intimidad, la cual se busca en cualquier vivienda. Finalmente hemos utilizado paneles de 5x1.5m, con carpinterías blancas de 0.10cm.

Desde un principio buscábamos la relación entre dos acciones, el habitar con el patinaje. Una casa para patinar la entendemos como un lugar en el que además de dormir, comer y ver la tele, poder patinar. Pero el interés de la investigación es la creación de un espacio para relajarse, para evadirse, si juntamos estos dos espacios, ambos mundos seguirían ligados. Es interesante ver como un lugar para realizar una sola actividad aparentemente puede considerarse hogar, pero un hogar no se define por si hay cama o no, si no por cómo te sientes tú cuando estás en él.


Ana M. Conejero



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