La evolución
de la ciudad. Las grandes ciudades se desarrollan a un ritmo elevado, cada vez
hay más gente circulando por las calles, visitando museos y acudiendo a bares.
Esta cantidad extra de gente en un lugar desemboca en una problemática muy
ligada a la movilidad. El tráfico abarca la ciudad, la invade, te impide
respirar. No solo hablamos de los males que este tema provoca, si no de las
alternativas que la gente ha buscado para evitarlos.
La evolución
de las ciudades ha creado nuevas formas de moverse, cada vez más, hay más gente
buscando transportes públicos u otras alternativas.
El patinaje
urbano siempre ha estado presente, pero no se le ha dado la real importancia. Y
este dato lo corroboramos con las leyes establecidas, como no se menciona a los
patinadores prácticamente, en 3 o 4 artículos a lo sumo. Se habla de peatones,
de ciclistas, de conductores, pero no de patinadores.
Siempre ha
habido gente que ama patinar, que hacen de la calle su hogar. No solo lo hacen
para enfrentarse al tema del desplazamiento, por el hecho de ir de un lugar a otro,
que también, si no por mera afición. Es una
manera de desconectar de la realidad, la gente adulta que lo practica, la
mayoría se apoya además en la música, es una combinación muy frecuente en este
tipo de actividades. Si es cierto que la edad influye en la forma de practicar
este tipo de deporte, los más pequeños buscan espacios abiertos y seguros y por
otro lado, los adolescentes buscan lugares con obstáculos para aprender, disfrutar
y superarse a ellos mismos.
Dejando a un
lado el tema de la edad, vemos que hay un punto en común a pesar de cómo se
practique. Que cualquier tipo de movimiento crea un espacio distinto. Si
volvemos a los anteriores ejemplos, los adolescentes juegan con la ciudad, con
la calle, con los bordillos de las aceras. Son espacios con medidas necesarias
para ellos, espacios amplios para poder moverse. Ellos se adaptan a la
arquitectura. Del mismo modo, los más pequeños y las personas adultas buscan
espacios con una serie de características para hacerlo. Los niños buscan
espacios amplios, con suelos lo más lisos posibles y seguros, y los adultos
paseos o lugares próximos a zonas marítimas.
Detrás de
toda esta diversión hay una normativa que la envuelve, “tú eres libre de gritar
fuerte, siempre que eso no quite a otro la libertad de disfrutar del silencio”,
no solo podemos hacer lo que nos apetece, sin tener en cuenta nuestro entorno. Hay
que ver dónde están los límites de las cosas, ver hasta dónde podemos llegar.
Existen unas leyes que limitan el espacio público para patinar. Las layes de la
ciudad, y en este caso de Madrid, prohíbe realizar este tipo de deporte en
lugares que afecte de forma agresiva a los peatones. Como hemos mencionado
antes, no hay demasiada información legal que afecte a los patinadores, la
razón, la ley establece que los patinadores son personas sobre patines, por lo
tanto se le aplica las leyes del peatón.
En caso de
infracción solo habría una sanción económica. En el artículo 159 dice, que no
pueden ir por la calzada, solo por la acera y a velocidad de persona. Una
persona caminando, tiene una velocidad media de 3 – 4.5km/h y corriendo, unos
10km/h. En el artículo 118, habla de la utilización del caso y del chaleco
reflectante, dice que no es obligado, pero sí que se recomienda. Sin embargo,
este artículo añade, que sí que está obligado el uso del chaleco en calzadas o
arcenes (vías interurbanas) pero, ¿no decía que estaba prohibido circular por
la calzada? En el 27/2005 se cuestiona el hecho de si cometes una infracción
vial, si a parte de sanción económica también te retiran puntos del carnet.
Bien, no. No te retiran puntos del carnet. Esta ley solo afecta a los vehículos
a motor y a ciclistas. Sin embargo, si un policía te toma los datos por alguna
infracción y te dice que te retirarán puntos del carnet, hay que dejarlo que lo
haga. Una vez que la multa llegue a tu domicilio, deberás ir a una comisaría y
explicar que la ley del carnet por puntos a ti no te afecta como patinador, y
ya lo arreglan. Son incongruencias, pero ciertas.
Esto son
leyes establecidas en todo el país, por otro lado, algunos Ayuntamientos han
establecido otras normas además de las generales, estas son la ordenanza de
circulación de peatones y vehículos y la ordenanza de medidas para fomentar y
garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público, también conocida
como ordenanza de civismo.
La primera
dice, que se puede circular con toda seguridad por todos los carriles bicis y
en caso de que no haya un carril bici disponible; aceras que tengan más de 5m
de ancho y con un mínimo de 3m de espacio libre. Parques públicos y zonas
peatones y por último, zonas de prioridad invertidas en ambos sentidos de la
circulación. Pero hay unas condiciones; los peatones siempre tienen prioridad
de paso, la velocidad máxima será de 10km/h, no se podrán realizar maniobras
que afecten a la seguridad de peatones y siempre a hay que dejar 1m de
seguridad con las fachadas de las casas y solo si no hay aglomeraciones de
gente. Por aglomeración se entiende, cuando no se puede conservar una distancia
de 1m y cuando no sea posible patinar en línea recta de forma continua durante
5m.
La norma de
ordenanza de circulación de peatones y vehículos nos decía dónde y cómo podías
patinar, la de civismo, sin embargo nos dice cómo comportarnos. No se puede
practicar slalom en los lugares donde se pueda molestar. Slalom es la habilidad
de patinar que incluya escaleras y bancos, en definitiva, cualquier tipo de
mobiliario urbano.
Existen asociaciones,
como A.D.P.U.- (Asociación defensora del patinaje urbano) que han intentado
luchar para que se cumplan las leyes o directamente se esfuerzan para poder
cambiarlas.
-
Existen
lugares destinados específicamente para patinar, los llamados skateparks, por
ejemplo, en los que hay plataformas de arquitectura destinada especialmente
para este deporte. Los hay públicos y privados. Este tipo de espacios se conoce
como arquitectura recreativa. Existe también un vocabulario ligado a este
mundo, vocabulario específico que da nombre a cada una de las estructuras que
conforman el lugar, los más comunes son half-pipes, quarter pipes, barandillas,
trick boxes, funboxes entre otros.
Todas ellas distintas entre sí, con unas
dimensiones establecidas y unos radios específicos para que puedan ser válidas
y seguras para que se pueda patinar.
Si es cierto que la gente patinaba antes de
que estas plataformas existieran, pero igualmente se hacían en lugares de la
ciudad, calles o aceras. Sin arquitectura no hay patinaje.
Tras mucho investigar y preguntar a gente que
pertenece a este entorno profesional, y que quede a su vez en el marco de la
legalidad, es crear un espacio interior, que cree una atmósfera privada para
desconectar de la realidad, pero de forma sutil. Ya que uno de los objetivos
principales de practicar este deporte es estar al aire libre, disfrutar del
paisaje. Por lo tanto para cumplir ambas cosas, creamos un espacio, de forma
variable pero con unas dimensiones considerables, que permita dar la sensación
de estar en el espacio público pero sin llegar a estarlo.
Ajustándonos al contexto de Madrid, buscamos
una parcela que permita la realización de este espacio. De grandes dimensiones
y con un desplazamiento accesible desde uno de los puntos importantes para el
cliente, como es su puesto de trabajo. Rodeada de grandes espacios verdes y de
edificios de no mucha altura, ya que queremos una sensación de amplitud.
Esta vivienda es un lugar para patinar, ni se
duerme ni se come. Tiene una gran sala para poder patinar, de vidrio para así
poder romper con los límites visuales y un pequeño vestuario.
Se han supuesto diferentes hipótesis sobre el
cliente para que la casa se pueda adaptar a ella. “Si fuera una casa para
usarla de día, las paredes serían de vidrio, para aprovechar al máximo la luz
solar. Sin embargo, si la usara de noche, debido a su trabajo que le abarca
tanto tiempo, solo tendría tiempo para practicarlo por la noche, de esta manera
no se usa un material transparente. […] Al estar cerca de su lugar de trabajo,
influye el tema de la vestimenta, si no tiene tiempo para cambiarse y utiliza
la de un día normal, la distribución del interior sería muy suave, sin
obstáculos, solo una pista lisa donde poder desplazarse y pasear. Si por otro
lado, puede cambiar su ropa, la distribución del espacio interior sería
totalmente diferente, ya que la vestimenta apropiada le permite realizar otros
muchos movimientos. […] Es un espacio invadido por música, está todo
acondicionado para que dependiendo del estado de ánimo suena un tipo u otro de
música por toda la sala […] Si no supiera frenar, las paredes deberían ser de
un material blando, que no te hiciera daño para no sufrir un accidente […]”
Finalmente nos hemos decido por la
utilización diario de la vivienda, para así aprovechar la luz del sol y por lo
tanto que le permita disfrutar del paisaje, aunque el uso sería igualmente
desconectar de la realidad, despejarse. La música estará presente en toda la
sala, ya que es un término que va ligado a este deporte, el cliente podrá
modificarla en todo momento. La sala será un espacio con una serie de
estructuras, rampas, barandillas… para que realice trucos y movimientos, además
de una sala libre, la cual le permite simplemente desplazarse de un lugar a
otro. El espacio de la vivienda está comprendido dependiendo del espacio que
ocupa, pero también teniendo en cuenta que un factor muy importante es la
compañía. Como cualquier casa, es privada e invita a quien desee, pero no es
una vivienda normal, el espacio ocupado por las personas es mayor, y lo hemos
tenido en cuenta.
La elección de querer patinar solo en
compañía depende del día, de tu estado de ánimo y hablando de forma coloquial,
de cómo te levantes. Practicarlo de forma conjunta, la mayoría de los skaters
piensas que es mejor, ya que aprenden los unos de los otros, se divierten y las
horas pasan más rápido. Pero como el resto de las personas, hay días que los
necesitan para uno mismo. Para desconectar totalmente y despejarte sin pensar
en nadie más.
Una parte fundamental del proyecto era el
romper con los límites visuales, el querer unir tanto el espacio público y el
espacio privado, el estar en un sitio sintiendo que estas en otro, siendo a la
vez un espacio privado, tuyo, en el que solo entra la gente que tú quieres. Por
ello utilizamos el vidrio como material principal, como nexo de unión entre
ambos espacios. El vidrio seligrafiado permite romper con los limites visuales,
pero de forma parcial. También proporciona cierto nivel de intimidad, la cual
se busca en cualquier vivienda. Finalmente hemos utilizado paneles de 5x1.5m,
con carpinterías blancas de 0.10cm.
Desde un principio buscábamos la relación
entre dos acciones, el habitar con el patinaje. Una casa para patinar la
entendemos como un lugar en el que además de dormir, comer y ver la tele, poder
patinar. Pero el interés de la investigación es la creación de un espacio para
relajarse, para evadirse, si juntamos estos dos espacios, ambos mundos
seguirían ligados. Es interesante ver como un lugar para realizar una sola
actividad aparentemente puede considerarse hogar, pero un hogar no se define
por si hay cama o no, si no por cómo te sientes tú cuando estás en él.
Ana M. Conejero
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